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lunes, 30 de diciembre de 2024

La relación entre lo brillante y la luz

Existe una bonita relación entre lo brillante y la luz, y no es lo que parece, es lo otro.

Lo brillante existe. Es la parte imprescindible para que todo funcione, sin ello el promedio sería entre lo normal y lo mediocre, lo cual no nos beneficia... Es hermoso ver, entrever, que en la sociedad hay personas brillantes que desempeñan todos los oficios, desde los bonitos hasta los olvidados, desde lo estudiable a lo que no. En toda esa cotidianeidad la esperanza la mantienen ellos, con una terquedad vocacional.

Pueden estar bajo la luz o en la oscuridad, no tienen una afinidad definida, es más la circunstancia la que determina eso. Es por eso que muchos cobran poco, y viven malviviendo, emanando maestría desde la sencillez o la complejidad, dependiendo del caso. Son nodos que transmutan caos en armonía, allá donde habiten. Transformando la energía viven sus miserias. Pero ocupan un continuo, no temamos, habitan también posiciones más acomodadas. No tienen una afinidad definida por la luz, recordemos.

En cambio otros, no brillantes, adoptan un cariz polillesco, adorando aquello luminoso, acercándose a la luz con afán, animales de sangre fría que necesitan un calor que no nace en ellos. Orientan sus comedidas virtudes a desarrollar estrategias que maximicen su exposición al sol. Y ahí les vemos, haciendo extraños equilibrios en la cúspide, habituales de la farándula y la política.

Pese a ellos el mundo funciona, o lo intenta al menos. 

Hay un antiguo concepto, el del "ascensor social" que defendía que el trabajo y la valía se recompensaba con un ascenso de clase social. Aquí defiendo lo contrario. Sigue habiendo circuitos de élite, en los que la valía encuentra su reconocimiento, pero fuera de esos circuitos, muy lejanos para muchos, la valía sigue habitando cada célula de la sociedad, desempeñando un trabajo oscuro y, casi siempre, poco reconocido.

Y vuelvo al principio, donde definía como bonita la relación entre lo brillante y la luz. Para mí es así por la curiosa paradoja conceptual que se genera, uniendo lo brillante con lo oscuro, lo divino con lo invisible, como un hermoso truco de magia, que, sin entenderlo del todo, nos permite seguir viviendo.

miércoles, 9 de octubre de 2024

La política y los iguales

La vida nos acerca en ocasiones a gente inesperada, incompatible con nuestro carácter, pero en situaciones que favorecen la convivencia, el roce, y, por qué no, el cariño. También sucede lo contrario, nos aleja de personas de cuya compañía disfrutaríamos con alegría. Hechos, situaciones, coincidencias, ritmos... todo ello configura nuestro tablero de vida, en el que, después de no haber tirado los dados, nos ha tocado jugar. Así muchos de nosotros interconectamos con un grupo heterogéneo, con denominadores comunes, pero con configuraciones cerebrales muy distintas; con ello se sintetiza, se contextualiza y se relativiza, llegamos a equilibrios de conveniencia, que son también equilibrios.

Hay, en cambio, otros, que eligen tener una identidad muy marcada, una ideología que traza con precisión la línea del bien y del mal. Ese sentimiento de unión puede ser muy potente, y genera gran cantidad de energía, la cual, en demasiadas ocasiones, es difícil de dirigir. Si materializamos la metáfora podríamos hablar de una superficie con aristas afiladas, como la hoja de un cuchillo.

La política actual se identifica más con el segundo caso que con el primero. Hablamos más de sentimiento de grupo, de nosotros contra ellos, de nuestras ideas frente a las suyas, de allá se descalabren, y cuanto más les duela mejor. Ahí viven ellos, diría que casi todos, con ese escaso sentimiento de comunidad, pensando más en dirigir que en coordinar, pensando más en ellos que en todos.

Valoramos positivamente, en lo que supone una generosidad conceptual, el trabajar por nuestros iguales, cuando debería ser algo más inclusivo: trabajar, también, por nuestros diferentes, ellos, los que pueblan junto a nosotros nuestras calles, aquellos que cuentan chistes que no despiertan nuestra risa, pero que son compañeros, amigos, desconocidos... todos entran, como nuestros afines, tan humanos... 

miércoles, 15 de noviembre de 2023

Alta política II (pedanías)

Imaginaros... bueno, spoiler, no os imaginéis, tal cual.

Una pedanía y una población mayor, llamémosles B y A.
La pedanía (B) tiene unas pequeñas praderas. La población (A) no tiene espacios como esas praderas, por lo que es habitual que gente de A vaya frecuentemente a las praderas de B para comer, merendar... disfrutar.
B considera que eso no es justo, que se están sobre-explotando sus praderas (que A está sobre-explotando sus praderas). Por ello decide regular el uso de las mismas. No se podrá hacer picnic sin más. Habrá que pedir permiso al Ayuntamiento de la pedanía, que lo tiene. Venga vale, se puede hablar, ¿por qué no? Quizás A, que es más grande, se lo tenga que currar y dotar de más espacios como ese para uso común (de A y B).
Todavía no hay una regulación aprobada, por lo que el equipo de gobierno de B decide tomar medidas preventivas.
Decide(n) inundar las praderas (????) para que no se usen, creo que mientras se aprueba la normativa. Si vas y coincide, a mí me pasó, te lo cuentan.
El equipo de gobierno de B se enorgullece de su sinceridad al contarte todo, como si la franqueza le salvara. Si quiero una respuesta oficial, me cuentan, me dirán que la inundación de las praderas es un criterio del área de jardinería, siempre hay una respuesta elaborada para cualquiera que la pida. Soy Ingeniero de Montes, le digo, y me parece una barbaridad utilizar el agua de esa manera, te explico lo que hay y te doy la respuesta que quieras, me viene a decir. Es una barbaridad, le digo. Somos afables al hablar, pero es una barbaridad.
No podemos usar el agua (en abundancia) para conseguir un efecto disuasorio. No tenemos solución mejor, me dicen. Pregunto signo político, ya por curiosidad. Mezcla de siglas, se entrevé gobierno "progresista". No entiendo nada. 
Entramos (me encanta) en analizar las palabras con que defienden lo suyo. El agua la gastamos en esto. El agua no hay que gastarla, le digo, hay que usarla. Cambio la palabra si quieres, me dice. Pero importa la idea que hay detrás. El agua se gasta, es nuestra, y por ello hacemos esto con ella. Lejos evidentemente queda la concepción de sociedad, la certeza de la sequía que define nuestro futuro como país. Cerca queda la obviedad de que ese agua que pasa por la pedanía es mía, y por tanto la gasto en lo que quiera.
Es como la altura de miras pero al revés.
Apelo a un sentido común veo que en ocasiones escaso. Pensémonos como sociedad, pensémonos en ubuntu, todos ganamos, o todos perdemos.

P.D. Sin tapujos, hablamos de Aranjuez y del Cortijo de San Isidro, por si algún (exiguo) lector tuviera la curiosidad.

jueves, 14 de marzo de 2019

Políticas que se lleva el aire


Siempre he sostenido que la responsabilidad se diluye en gente. Me parece un concepto fundamental que explica muchas situaciones y comportamientos. Llevado a política subo mi apuesta y sostengo que la perversión se diluye en la Política.

Pero hagamos un inciso tangencial y demos unos datos:

En 2017, y según el INE, en España murieron por homicidio 325 personas, por accidente de tráfico 1.943, y 6.819 personas murieron por enfermedades infecciosas (hepatitis, SIDA, VIH+, meningococos…). Pensemos en el universo de estos datos, pensemos en las necesarias campañas de la DGT para reducir las víctimas mortales en la carretera, pensemos en los esfuerzos y recursos de las fuerzas de seguridad para evitar homicidios y en la alarma social que se crea en casos singulares, pensemos en la necesaria cultura de protección frente a las enfermedades infecciosas.
Y pensemos ahora en las 38.600 muertes prematuras al año que se estiman que hay en España debido a la contaminación. Así se recoge en un estudio de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), titulado ‘La calidad del aire en Europa - Informe 2018” (aunque informes actuales dicen que deberíamos doblar esa cifra en Europa)
Comparativa de 4 tipos de muerte en España


Y pensemos ahora en las políticas que están haciendo para evitar estas muertes, o mejor dicho, en las políticas que no están haciendo para evitar estas muertes. La contaminación y el medio ambiente en general, sigue siendo un asunto político residual, secundario, ninguneado, relegado a un nivel de generalismos y buenas intenciones sin perspectiva de cumplimiento, ningún partido pone el acento en la barbaridad que supone no hacer nada, todos prefieren compartir el barro político del asunto catalán, o dedicarse a ataques personales, y hablar del Falcon, y del colchón, y de los masters, y de los carteles de “Vuelve”, y de los pucherazos en primarias internas, y de la financiación iraní, y de tantas otras cosas, no seré yo quien diga que no son importantes, tengo fe de que lo son, casi todas. Pero.
Un “pero” más grande que mi indignación.
Están muriendo decenas de miles de personas en España por la negligencia de un grupo de políticos, o bien tontos por no verlo (aún con asesores bienpagados) o perversos por no visibilizarlo y actuar. Y a mí no me vale, ni tontos ni perversos, o mezcla de ambos.
Necesitamos políticas reales, aplicadas, implementadas, no palabras vagas. Y las necesitamos ya.
Aquí, el que escribe se posiciona totalmente a favor de iniciativas como "Madrid Central", no exentas de polémicas y desajustes iniciales, pero enormemente importantes, esa es la dirección a seguir, aunque a día de hoy sea más bien la excepción (una excepción castigada con saña desde el resto de grupos)
No nos equivoquemos, hay pecados en política, y el no hacer nada en esto es uno, y bien grande. No nos dejemos llevar por su pecado, que no nos impongan los temas sobre los que pensar.
Mañana 15 de Marzo de 2019 hay una huelga estudiantil por el clima. ¿Serán nuestros hijos los que hablen fuerte ya no desde el ecologismo sino desde la lógica más elemental?

Fuentes:



viernes, 29 de diciembre de 2017

Política y estrategia

Empiezo por una conclusión: la principal estrategia de la política es aquella que busca perpetuarse a sí misma en el poder o, en su caso, acceder a él. Para ello (y para ellos) es aceptable incurrir en contradicciones de discurso, siendo conscientes de que deben existir, si bien intentan separarlas en el tiempo lo máximo posible. Es por tanto un proceso consciente e implícitamente reconocido.
¿Qué provoca esto?
Dejando de lado los asuntos éticos, que ya podrían articular cualquier discurso de crítica, el principal problema es que este enfoque de estrategia de autoperpetuamiento choca frontalmente con los enfoques orientados a la resolución de los grandes retos a largo plazo del país. Y me explico: podemos identificar algunos de los problemas que deberían preocuparnos como sociedad:
-       El cambio climático, la desertización de la península, la sequía, los trasvases y los usos del agua.
-       La pirámide demográfica, acercándose a una base invertida, sin garantía de futuro con las pensiones, con una demografía escasa y descuidada a nivel de Estado
-       Un hipotético futuro colapso de los sistemas de seguridad social debido al incremento de personas mayores, tal y como se menciona en el punto anterior (menos contribuyente, más beneficiarios, más personas con mayores necesidades de atención sanitaria)
-       La degradación de la ciencia, el escaso apoyo a los jóvenes investigadores, la continua fuga de cerebros hacia países que les valoran y les apoyan, y la repercusión que tiene en nuestra de nuestro país, aún demasiado basado en el sector servicios, incapaz de generar un industria puntera
Podemos pasarnos meses hablando únicamente de Cataluña, para después seguir aún más meses hablando únicamente de Cataluña, pero en cambio estos temas no despiertan encendidos debates, ni exigencias sociales, ni emprendimientos políticos. La política los engloba con arte en su caja de música desde donde enmascaran con voz melosa su calado, nos ofrecen golosinas y palabras, y lo aceptamos. ¿Por qué? (Y aquí la parte que también nos implica al resto de ciudadanos). Porque:
-       No les interesa
-       No nos interesa
-       No lo conocemos
-       No sabemos alzar la voz
-       No amplifican nuestra voz
Mezcla de todas, posiblemente.
Lo que está claro es que los políticos tienen una responsabilidad con el país, tienen acceso a todos los consejeros o asesores que requieran para ejecutar sus labores con profesionalidad, pero desdeñan todo aquello que huele a largo, a impopular, a parco en réditos a corto plazo… Es gravísimo, y no pasa nada.
¿No hablamos hace poco de esta sociedad del titular y del instante?
¿Alguien quiere gritar?


jueves, 5 de marzo de 2015

Ética y Política

No puedo evitarlo, hoy al escribir esto somos, una vez más, nosotros y ellos, separados.
Ellos hablan de la ética y de la política, pero no hablan de la “ética de la política”. Ellos, por la triste cuenta que les trae, se esfuerzan por separar ambos conceptos.
Creo, sin poder demostrarlo, que sus manzanas se pudren más que las nuestras. Y lo creo porque el poder hace al político lo que el anillo a Frodo, solo que ellos no son Frodo, ellos tienen los pies más pequeños, como su decencia.
Y el problema, nunca perdamos lo global, el problema nunca será que haya manzanas podridas, aunque ello tengan más, el problema es lo que hacen, o no hacen con sus manzanas podridas. Yo cuando encuentro una en mi nevera la tiro, me huele mal aunque no huela, y si está cerca de otras yo, como amo y señor del frigorífico, preventivamente la separo antes incluso de pensarlo.
El problema es que ellos se resisten sistemáticamente a tirar sus manzanas podridas, aunque ocasionalmente se desprendan de alguna, ya tiene que haber (fuerza de la) gravedad en los hechos para que Newton anime a que su ley actúe.
El problema es que es sistemático.
El problema es.
Es sintomático que los partidos emergentes nazcan también con ese pecado original. Sintomático y desesperanzador. Desesperanzador porque parece entonces sistémico. El fallo puede ser el sistema. Y eso es grave.
Los dos partidos emergentes de moda:
PODEMOS lucha por justificar lo injustificable: la al menos falta de ética de su monedero con mayúscula, alguien que nos habla de los ricos y se indigna de ellos y de sus triquiñuelas, alguien que nos quiere moralizar y al que creo menos que a un cura con pistola.
CIUDADANOS no se despeina al decir que su Jordi Cañas (suyo antes suyo ahora) cometió un fraude fiscal a título personal y por lo tanto no se requiere su exclusión, solamente su paso a segunda fila.
El problema no es el monedero del monedero con mayúscula ni el del fraude a título personal del ciudadano (¿podríamos llamarles siendo muy considerados con ellos “corruptos no practicantes”?). El problema es que sus dirigentes ponen la mano en su fuego y dicen que no quema.
No, señores, este país necesita más honradez que siglas, más profundidad que escaparate, y si los nuevos empiezan así…

Conclusiones:
Todas las cúpulas políticas predican ejemplos pero consagran excepciones.
Pero, por otra parte, y como vengo defendiendo no todos los políticos son corruptos.
Por tanto la pregunta de interés es: ¿por qué las cúpulas políticas actúan así? ¿Puede que haya entramados de poder tan fuertes que sea imposible que tengan autonomía real en sus decisiones? Yo pienso que sí. Y suponer que sí es suponer que las cúpulas son muchas veces muñecos, títeres de una política más oscura, donde alguien siempre debe algo a alguien.

Pregunta absurda, ruego no se me tenga en consideración: Si hay títeres (cúpulas) que mueven títeres (nosotros) ¿podríamos hablar de meta-títeres?

viernes, 6 de junio de 2014

PODEMOS: reflexiones



… y de pronto Podemos se presentó a una cena a la que no había sido invitados.
¿Quiénes son? ¿Qué propugnan? ¿Por qué despiertan loa y escarnio?
¿Mi opinión? Es como todo: sombras y luces, o mejor dicho, luces y sombras. Lo jugoso son los detalles.
Podemos ha aparecido con fuerza en el panorama político español, ha canalizado el hastío de una buena porción de votantes. Su líder, Pablo Iglesias, acostumbra a no dejar indiferencia a su paso.

Los ríos de tinta se han desbordado y es necesario acotar aspectos relacionados con toda esta vorágine. Empecemos:

-          Ignorancia: algunos nos llaman ignorantes por votar a aquellos que no les gustan, nos desprecian y encasillan. A mí no me han hecho falta dos carreras para no necesitar menospreciar a nadie (me remito a la entrada que escribí sobre Freire), aunque en la política, a veces es ese el juego. Pensaba yo que la democracia adjuntaba al voto el respeto, se ve que para algunos no. (Esto me recuerda al discurso sobre la inmigración, en el que, sin decirlo, por supuesto, un inmigrante será bienvenido mientras venga con dinero, entonces es como si no fuera inmigrante, y aquí parece esto, un voto es ignorante cuando no es el que desean algunos)
-          Hipocresía: se ha adoptado la hipocresía como discurso de hostigación, se han vuelto a fiar del aroma suave de los reduccionismos. Hablan de Podemos y hablan de chavismo, hablan de Venezuela como si fuera más un insulto que un país. Toman un vínculo y lo extasían hasta la ofensa. Hablan de dictadores cuando los demócratas no han levantado la voz cuando nuestros mandatarios han reverenciado a otras dictaduras con olor a petróleo, entiéndase Arabia Saudí o Libia, Egipto o Túnez, por no hablar del comunismo dictatorial de China, todos tienen si no dictaduras sí autoritarismos bastante explícitos y recurrentemente sangrantes. No hablamos por tanto de ideas, hablamos de negocios. Y de hipocresía.
-          Populismo: tachan de populista al señor Iglesias. Es populista (esto lo digo yo) porque ha hecho la campaña en una furgoneta (perdón dos), es populista porque reniega de comidas ostentosas, coches oficiales, bussines class y demás golosinas, es populista porque quiere erradicar la corrupción y hace campaña con ello, es populista porque quiere evitar el hasta ahora sagrado retiro de los políticos a las empresas privadas, es populista porque no ha pedido créditos a bancos para financiar la campaña (ahorrándose así quizás la indecorosa y silenciosa rutina de la siempre sospechosa “perdonación” de deudas), es populista porque ha renunciado a una subvención de un millón y pico de euros tras las elecciones. Y continúo diciendo yo: bendito populismo. Platón, personaje del que al menos no trascendió su populismo, decía que los políticos no podían lucrarse con el ejercicio de su mandato, qué cosas.
-          Mass media: no veo mucho la tele, lo siento, pero leo los periódicos y escucho la radio. E impresiona ver lo atroz de algunos ataques ya en el día después, la retahíla de descalificativos, lo personal de los insultos, el deseo denigrador. Se ha sentido el degüello en las formas. Vaticiné delante de un amigo lo obvio, le dije que mientras estábamos hablando ya había gente en hemerotecas analizando cada palabra publicada por el individuo Pablo. El día después ya escuché frases del individuo, algunas desafortunadas, otras no tanto, buscando en todo caso (ellos) transmitir un jocoso rechazo. Se ha conjugado esto con un intento de vacío, se ha querido parar una gotera con la mano, pero eso es difícil. Podemos es una realidad y como tal hay que tratarla.
-          Casta: vienen y hablan de casta, parece un lenguaje antiguo, pero lo dicen, y ya puestos, por ello también les critican. Y si por partidos de casta se refieren, por poner un mínimo ejemplo y sin querer entrar (hoy) en detalles, a los privilegios que tienen los parlamentarios (que además, y sin ser pocos, son los que regulan sus propios privilegios), si se refieren a los consejos de administración de los bancos con representantes políticos y unido a esto a las opacidades en su financiación como partidos, si se refieren al sueldo que cobran por practicar el absentismo laboral en el parlamento sin que se les exija (tan solo…) asistencia, si se refieren a eso habría que ser muy hábil en el manejo de eufemismos para evitar hablar de esa gente como una casta al margen del resto. Con un matiz muy importante: en vez de "partidos de casta" sería más acertado decir "partidos con castas". No todo dentro de ellos es una casta, estructuras enfermas también albergan individuos sanos, por fortuna, y aún más, benditos ellos.

Y en la otra dirección:

-          Demagogia: esto lo digo yo, porque se debe ser ecuánime, y la voz nunca debe temblar. Definición: Consiste en apelar a prejuicios, emociones, miedos y esperanzas del público para ganar apoyo popular, frecuentemente mediante el uso de la retórica y la propaganda. El discurso de Podemos a través de su líder acostumbra a utilizar la demagogia en los lances. Utilizan sin reparos la retórica. Hacen uso de una de las artimañas más comunes (y perniciosas) del mundillo: si te perjudican la pregunta nunca la respondas de forma directa. Ejemplo real, dicen a Pablo: Carrillo era un asesino por esto y por lo otro, responde Pablo, los padres de la Constitución hicieron homenajes a Carrillo. Y como este muchos. Claro, es más útil esto que enfrentarse a incoherencias en lo que defiendes. Por eso, ¿cuándo llegará un político que reconozca las incoherencias en su discurso?

Y una de regalo:
-          Bipartidismo: se siente amenazado el juego de dos y estos días se escucha mucho a aquellos que defienden que es mejor si el juego se juega únicamente entre dos. ¿Harán campaña a favor del voto útil? Aquí ya hablamos de ello.


Ahora que hemos dibujado unas líneas hablemos de esperanza:
¿Qué esperanza transmite hoy Podemos? A mi juicio Podemos transmite una bella esperanza. Que viene de su limpieza, parte de cero, acaba de nacer, no ha tenido tiempo de corromperse, ha nacido de las ideas, no del interés. No tiene inercias (las inercias hacen al menos transitoriamente estúpidos a todos, desde la Iglesia a Izquierda Unida, por decir dos), no tienen, al menos todavía, miembros del partido que sean quistes para el partido, los que están están porque creen, y no porque quieran mantener una silla o un despacho. Son esperanza porque plantan cara a los intereses cultivados de los grandes partidos, a esos intereses enraizados que impiden hacer real lo obvio (pensemos en que al poder judicial lo nombran los partidos políticos, por poner un ejemplo, y es obvio que en una separación de poderes haya una separación de poderes, y ni el más utópico piensa que esto sea así). Son una voz impertinente que interrumpen el juego de un desajuste llamado política. Son esperanza porque responden a una tipología de partido ausente hasta la fecha. Nacen sin ataduras y adoptan una posición humanista desde su origen. Son esperanza porque al fin hay un contrapunto representado que al menos todavía no es esclavo de fuerzas mayores.
Por eso, y más ahora que al principio de este escrito: los que insultan y denigran a esta fuerza emergente son corruptos (en materia o ideas) o pobres (en ideas), y no manejo esta afirmación como insulto. Siempre dentro del juego democrático podéis pensar lo que queráis, pero al menos debéis un respeto.

A todo lo dicho, prima un comentario importante: lo que este nuevo partido sea lo va a tener que definir día a día, iremos viendo sus aciertos y sus incoherencias, solamente mantengo que un partido de corte tan humanista como este no puede ser condenado antes de que en el peor de los casos se condene él mismo. No nos dejemos mentir con demonios que no existen, habla antes el pavor que la verdad.

Por eso estamos de enhorabuena, por el nacimiento. A ver qué es de mayor.