Lo invisible es aquello que no se ve, pero si hay algo más allá
de lo invisible eso es aquello que sí se ve pero de lo que no se habla.
La política tiene sus invisibles, melosamente guardados,
todos conocidos, y todos ninguneados, se sacan y se airean oportunamente, para
que nadie los eche en falta, para que nadie eche en cara nada, pero el reality show se mueve por otros
derroteros, el día a día se mueve entre muchos menos temas de interés,
hipertrofiados, nos inoculan la gula por determinados temas fértiles a sus
intereses, desmereciendo indirectamente el resto. Quizás el ejemplo más preciso
en nuestra realidad española sea el de Cataluña, un tema de interés, como otros
tantos, que conviene tener en constante actualidad, ¿por qué? Para los
separatistas es su pan, su soma, su dogma de fe, aquello que moviliza a la
gente desde el verbo y capaz de ocultar otras gestiones maltrechas o malhechas.
Para el gobierno central, Cataluña supone el aviso y el miedo para el resto de
españoles, antisecesionistas, que se identifican con la posición unitaria del
gobierno. Un río fértil para muchas cañas, garantía por tanto de continua
actualidad.
¿Pero qué hay del medio ambiente?¿Para cuándo una ley de
educación no adventicia?¿Qué pasa con la investigación y la ciencia en nuestro
país?¿En qué estado se encuentran las universidades? Son pocas preguntas para
las que podría (y deberían) hacerse, pero la respuesta es única: nada. No pasa
nada con todo eso, puntualmente se hablará de algo sin ánimo de incendiar
conciencias y se refrigerará con oficio. Pero ni los nuevos partidos ni los viejos (hoy tan de moda esa
distinción) luchan para visibilizar estos invisibles.
¿Nos importan más los cotilleos o los contenidos? Haciendo
un símil televisivo podríamos preguntar a Tele5 y a la 2, todos conocemos cuál
es mayoritaria. Con la eterna pregunta consiguiente: ¿la gente pide telebasura
o la telebasura acaba consiguiendo gente? Saliendo ya del símil, ¿qué fue
antes, la política-basura o nuestra sociedad silenciosa?¿Nos engañan, queremos
ser engañados o realmente nos da igual que nos engañen?