Nadie debería vivir
dentro de su propia cabeza acomodada. Y sin embargo gente inteligente habita en
su acomodación con argumentos de este tipo:
1
Lo
que hacen los ajenos es injustificable e indignante
2
Nuestros
fallos son siempre comparables o equiparables a los fallos de los otros (réplicas
del estilo pero ellos…)
3
Nuestros
fallos son fallos desde el desconocimiento y carecen de malicia, o en su caso
nos remitimos a (2).
4
Se
están malinterpretando nuestras palabras, hay medios de comunicación que sirven
a los otros y el hecho de resaltar las palabras inadecuadas es un ejercicio de
malicia. Dentro de nuestro grupo nos remitimos a (3)
5
Los
medios de comunicación que sirven al contrario manipulan, los nuestros informan
objetivamente contentos de haber reconocido las ideas que nos hacen avanzar.
Los medios de comunicación del contrario se acogen al argumento (4) y deben ser
cuestionados por defecto y si es posible deben ser proscritos.
6
Nuestros
excesos, en el caso de que se pudiera interpretar que los tenemos, son
necesarios para equilibrar la balanza que tan vilmente ha inclinado el grupo
contrario. En ningún caso lo empezamos nosotros.
7
Se
hara memoria de las cosas sólo en el caso de que nos beneficie y se hablará de
superar el pasado siempre que nos perjudique
8
Nuestras
juventudes políticas son ocurrentes, las juventudes del adversario son
ofensivas.
9
La
investigación y/o persecución del adversario es una cuestión de mera justicia ,
de control necesario para que no abusen de su poder. Si es sobre nosotros lo
llamaremos siempre persecución politica.
10
Todo
lo que esté hecho será criticable. Y lo que no esté hecho también. Siempre
existen argumentos. Ya lo hacían los sofistas.
11
En
ausencia de otras consideraciones y razonamientos remitirnos a (1) siempre es
válido.
Por favor, un poquito de rebelión contra nuestras cabezas acomodadas.