jueves, 14 de mayo de 2015

Campañas electorales

Estamos en campaña, tiempo siempre de esperanza y de futuro, la navidad de los demócratas, y de propósitos de año nuevo. Estaría bien una alter-campaña regida por otras normas, tan diferentes…
  • -          Podríamos proponer el eslogan: “Una promesa un responsable” donde ligaríamos cada promesa electoral a un responsable subsidiario, una persona de la cúpula de la formación que se hiciera responsable de los términos en que se detalla la promesa. ¿Si no se cumple? Si no se cumple al menos el responsable quedaría inhabilitado por un tiempo. Con eso conseguiríamos un mayor detalle de los términos reales de lo propuesto y evitaríamos el “todo vale” para conseguir un voto
  • -          De igual forma que en la televisión ya no puede salir gente fumando, propongo que no puedan salir políticos en los medios vaticinando futuros; escuchándolos a veces parece que alternamos entre “Un mundo feliz” y “La guerra de los mundos”, esperanza y apocalipsis, siempre “yo” lo primero y ellos lo segundo.
  • -          Deberán hacer grande la letra pequeña de sus discursos, siempre la hay.
  • -          Se prohibiría la ridiculización pública de adversarios políticos así como cualquier menosprecio implícito, si quieren lograr la comunión o el éxtasis con sus simpatizantes que estrujen su materia gris hacia algo más constructivo. Arengas las justas.
  • -          Prohibiría la respuesta del “y ellos más” (o “y ellos también”) ante cualquier pregunta. Algo (presuntamente) malo de otros nunca excusará algo malo nuestro.
  • -          En campaña ellos proliferan en los medios, ciertamente deben comunicar sus propuestas. Pues bien, sería necesario que contestaran a las preguntas con claridad y certeza. Las evasivas obviamente prohibidas, aunque muchos vivan de ellas. De igual forma que tenemos derecho a preguntar tendríamos que tener derecho a ser respondidos en términos precisos y no esquivos. Eso también es transparencia.
  • -          Haría un registro de las asociaciones y colectivos que son contactados / visitados por los candidatos, que al fin y al cabo son ciudadanos que son escuchados por políticos que aspiran a un cargo. Y sin han sido escuchados antes de emitir su voto entiendo que también tienen derecho a seguir siendo escuchados una vez emitido su voto (a no ser que la visita solamente tuviera la intención de conseguir votos). Por tanto obligaría a incluir en su agenda en años sucesivos al menos ese nivel de contacto con los ciudadanos y los diferentes colectivos.
  • -          Además de debates yo pondría “exámenes de hemeroteca” donde, regidos por los mismos principios de claridad en la respuesta, cada político sería cuestionado por sus propias declaraciones.
  • Sería curioso tener una campaña orientada así.