Siempre he sostenido que la responsabilidad se diluye en
gente. Me parece un concepto fundamental que explica muchas situaciones y
comportamientos. Llevado a política subo mi apuesta y sostengo que la
perversión se diluye en la Política.
Pero hagamos un inciso tangencial y demos unos datos:
En 2017, y según el INE, en España murieron por homicidio
325 personas, por accidente de tráfico 1.943, y 6.819 personas murieron por
enfermedades infecciosas (hepatitis, SIDA, VIH+, meningococos…). Pensemos en el
universo de estos datos, pensemos en las necesarias campañas de la DGT para
reducir las víctimas mortales en la carretera, pensemos en los esfuerzos y
recursos de las fuerzas de seguridad para evitar homicidios y en la alarma
social que se crea en casos singulares, pensemos en la necesaria cultura de
protección frente a las enfermedades infecciosas.
Y pensemos ahora en las 38.600 muertes prematuras al año que
se estiman que hay en España debido a la contaminación. Así se recoge en un
estudio de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), titulado ‘La calidad del aire en Europa - Informe 2018” (aunque informes actuales dicen que deberíamos doblar esa cifra en Europa)
Comparativa de 4 tipos de muerte en España
Y pensemos ahora en las políticas que están haciendo para
evitar estas muertes, o mejor dicho, en las políticas que no están haciendo para evitar estas muertes. La contaminación y el medio ambiente en general, sigue
siendo un asunto político residual, secundario, ninguneado, relegado a un nivel
de generalismos y buenas intenciones sin perspectiva de cumplimiento, ningún
partido pone el acento en la barbaridad que supone no hacer nada, todos
prefieren compartir el barro político del asunto catalán, o dedicarse a ataques
personales, y hablar del Falcon, y del colchón, y de los masters, y de los
carteles de “Vuelve”, y de los pucherazos en primarias internas, y de la
financiación iraní, y de tantas otras cosas, no seré yo quien diga que no son
importantes, tengo fe de que lo son, casi todas. Pero.
Un “pero” más grande que mi indignación.
Están muriendo decenas de miles de personas en España por la
negligencia de un grupo de políticos, o bien tontos por no verlo (aún con
asesores bienpagados) o perversos por no visibilizarlo y actuar. Y a mí no me
vale, ni tontos ni perversos, o mezcla de ambos.
Necesitamos políticas reales, aplicadas, implementadas, no palabras vagas. Y las necesitamos ya.
Aquí, el que escribe se posiciona totalmente a favor de iniciativas como "Madrid Central", no exentas de polémicas y desajustes iniciales, pero enormemente importantes, esa es la dirección a seguir, aunque a día de hoy sea más bien la excepción (una excepción castigada con saña desde el resto de grupos)
No nos equivoquemos, hay pecados en política, y el no hacer nada en esto es uno,
y bien grande. No nos dejemos llevar por su pecado, que no nos impongan los
temas sobre los que pensar.
Mañana 15 de Marzo de 2019 hay una huelga estudiantil por el clima. ¿Serán nuestros hijos los que hablen fuerte ya no desde el ecologismo sino desde la lógica más elemental?
Fuentes: