lunes, 30 de diciembre de 2019

Deseos políticos de fin de año


Como deseos y reflexiones de fin de año: 
No confundamos lo importante con lo accesorio. No nos dejemos llevar por las agendas impuestas, saquemos tiempo para recuperar los otros temas de los que no quieren que se hable. No olvidemos sus mentiras. No olvidemos que negros o blancos todos somos humanos. Confiemos en las personas (pero si un timador nos dice que no nos tima puede que nos esté timando). Salvar nuestro planeta nos obligará a cambiar hábitos, y no, el dinero seguirá sin poderse comer. Seamos críticos, y desconfiemos de los eslóganes fáciles, la realidad suele ser más compleja. 
Y busquemos siempre la felicidad, pero no a costa de alguien.

domingo, 22 de diciembre de 2019

Bendita hemeroteca: el lenguaje como moneda devaluada


De un tiempo a esta parte se han instaurado costumbres periodísticas basadas en la comparación de declaraciones de una misma personalidad política en diferentes momentos, maldita hemeroteca, por hacer branding, bendita hemeroteca diría yo, y de esta actividad podemos resumir que:
  • Declaraciones contradictorias, según el interés del momento, son la tónica general de nuestro funcionamiento político. El que hoy defiende A, mañana denigra A, según haya cambiado alguna coyuntura. Y el que ayer atacaba B, hoy defiende B, y lo explica con una naturalidad pasmosa, con argumentos autoevidentes.
  • Sabiendo lo anterior, tan generalizado, nadie hace por que pase algo, no hay una responsabilidad detrás, nadie exige la más mínima responsabilidad, tan solo se usa como metralla cruzada.
  • Nadie hace nada porque la práctica totalidad de los actores políticos está en el mismo juego, todos parecen tener los principios a los que aludía Groucho, que si no gustaban siempre tenía otros. Y el que está limpio tiene como mochila un partido con gruesas contradicciones al que tiene que defender si quiere mantenerse en su estructura.
  • A los votantes parece que nos vale, es como un ruido ambiente. Como todos están en lo mismo es como si ninguno tuviera culpa, y en definitiva no pasa nada.
  • El drama está en que aceptamos vivir en las palabras precarias, sin compromiso, coyunturales, hemos aceptado el divorcio en la verdad. Una verdad ya no es hasta que la muerte nos separe (hasta que el universo deje de existir), una verdad es hoy verdad hasta el momento en que ya nos interese, entonces haremos un divorcio exprés y constituiremos una verdad alternativa, distinta más adaptada a nuestros intereses en ese momento (¿la famosa posverdad?)
  • Estamos perdiendo la utilidad del lenguaje, lo estamos subyugando en exceso a nuestros intereses. Hablar gozaba de una cierta objetividad, al decir que algo es azul describimos algo objetivo, ajeno a juicios. Hoy lo estamos reconvirtiendo a algo transitorio, perentorio, poco de fiar. Lo que antes valía como palabra hoy necesitamos firmas y certificados, para poder fiarnos. La palabra es moneda devaluada, no sirve para comprar certezas.
El análisis debería ser más amplio y no ceñirse únicamente al ámbito político. Sí es cierto que en este ámbito se expresa y se aprecia sin tapujos. Pero intuyo que es un síntoma que concierne al conjunto de la sociedad, a dinámicas que ocurren muy dentro de nuestro funcionamiento como cultura y sociedad.



lunes, 2 de diciembre de 2019

Música

Hablando de todo un poco. La música, de un siglo a hoy, adquirió nuevas dimensiones, cambiando las reglas del juego, anteriormente las principales variables eran la armonía y la melodía, hoy, entre otras evoluciones, la música también tiene algo que yo denomino “textura”, armonías sencillas que algunos dirían simples, pueden ser sublimes, pues los matices que pueden aportar los sonidos generados, con mil aristas, con cien texturas, aportan nuevas dimensiones a la creación. La nota “sol” antaño arquetipo al más puro estilo platónico, puede ser hoy un universo en sí mismo, puede ser una mezcla de texturas que despierte sensaciones nunca vistas, a través de sintetizadores y procesamiento del sonido. Abordar hoy algunos estilos de música requieren una aproximación artística que sólo puedo comparar a un acercamiento “cuántico”, el procesamiento lógico y enumerable es incapaz de abarcar la profundidad del asunto, debería ser un procesamiento cuántico humano, lo que llamaríamos intuición, lo que podría gobernar de alguna forma las miles de variables que se han añadido, para, al final, y de una forma imposible de explicar, se goce de un resultado que sólo podría considerarse de artístico.
Hoy sólo quería eso. Lanzar esa sensación al cerebro del que lo lea, sin hacer explícito el contraste frente a la política atávica que nos impregna.


jueves, 25 de julio de 2019

Endo-política


Lo llamaré endopolítica, que podría definirse como la capacidad de la política de ser fin en sí misma, de disipar energía, de consumir recursos, de ser fin en lugar de medio. Siendo por tanto una disfuncionalidad manifiesta no tanto asociada a la realidad de ese arte sino a la realidad coyuntural que vivimos. Porque muchas veces, demasiadas veces, la política no habla de la sociedad, ni intercede por ella, ni se ofrece a ella; muchas veces, demasiadas veces, la política habla de la política. Las proclamas se pliegan sobre sí mismas para ser VACÍAS (de puertas para fuera) a la vez que FORMA DE VIDA (de puertas para dentro). Disipan demasiada energía (la democracia y su fuerza condensa una energía de la que ellos son valedores, aunque actúan más como validos), ensalzan estandartes si no rancios sí de tercer orden, y olvidan a qué huele el paro. Nos venden ficciones basadas en hechos reales y las vemos como el serial de la tele, y nos vale (parte de la culpa es nuestra por espectar sus pantomimas). Asistimos a una destrucción lenta del mundo mientras ellos hablan de palabras (henchidos con la polémica de turno, véase el significado de España, de nación, de matrimonio o de coalición, siempre hay una buena palabra sobre la que debatir, lo cual es magnífico e incluso necesario, no lo dudo, pero luego hay un pero). Son ineficientes, no cumplen su función social, al menos no de una forma eficiente, se pasan la mitad del día agrediéndose entre ellos de las más (y a veces menos) sutiles formas.
La política es hoy día un teatrillo.

miércoles, 15 de mayo de 2019

La política y el corto plazo (1) Elecciones


Lo interpretaré como simbólico. Es una pura anécdota, pero tiene un simbolismo detrás que merece la pena reseñar. Lo extrapolaré y constataré a nivel de entrada de blog, lo cual es mucho y nada a la vez. Clonaré su esencia solamente intuyendo que el conjunto huele así.
Ahí va, a dos semanas de elecciones municipales han vuelto a pintar los pasos de cebra de mi ciudad, muchos, que es cierto que apenas se veían.
Y les odio por ello. Un poco al menos. No les retiraré el saludo, Realmente tampoco sé quiénes son.
Les odio porque han hecho una oda al cortoplacismo, parece que reducen la realidad a un ciclo electoral. Y será útil, y será estratégicamente adecuado. Pero en su fondo no es honesto. No nos merecemos ser tratados como mercancía, parece que somos el medio para su fin. Cuando realmente deberíamos ser nosotros el fin, y ellos el medio. Pero tienen miedo. A no estar, a no cobrar, a no mandar, a no poder guiarnos.
Odio su lógica del poder y de la perpetuación. Están educados en la victoria, y cuando la alcanzan no quieren soltarla. Deberían, como Heisenberg (y su gato) ser y no ser, tendrían más paz, más tranquilidad. Aunque se los coman. Porque si se los comen serán semilla. ¿No lo ven?

jueves, 14 de marzo de 2019

Políticas que se lleva el aire


Siempre he sostenido que la responsabilidad se diluye en gente. Me parece un concepto fundamental que explica muchas situaciones y comportamientos. Llevado a política subo mi apuesta y sostengo que la perversión se diluye en la Política.

Pero hagamos un inciso tangencial y demos unos datos:

En 2017, y según el INE, en España murieron por homicidio 325 personas, por accidente de tráfico 1.943, y 6.819 personas murieron por enfermedades infecciosas (hepatitis, SIDA, VIH+, meningococos…). Pensemos en el universo de estos datos, pensemos en las necesarias campañas de la DGT para reducir las víctimas mortales en la carretera, pensemos en los esfuerzos y recursos de las fuerzas de seguridad para evitar homicidios y en la alarma social que se crea en casos singulares, pensemos en la necesaria cultura de protección frente a las enfermedades infecciosas.
Y pensemos ahora en las 38.600 muertes prematuras al año que se estiman que hay en España debido a la contaminación. Así se recoge en un estudio de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), titulado ‘La calidad del aire en Europa - Informe 2018” (aunque informes actuales dicen que deberíamos doblar esa cifra en Europa)
Comparativa de 4 tipos de muerte en España


Y pensemos ahora en las políticas que están haciendo para evitar estas muertes, o mejor dicho, en las políticas que no están haciendo para evitar estas muertes. La contaminación y el medio ambiente en general, sigue siendo un asunto político residual, secundario, ninguneado, relegado a un nivel de generalismos y buenas intenciones sin perspectiva de cumplimiento, ningún partido pone el acento en la barbaridad que supone no hacer nada, todos prefieren compartir el barro político del asunto catalán, o dedicarse a ataques personales, y hablar del Falcon, y del colchón, y de los masters, y de los carteles de “Vuelve”, y de los pucherazos en primarias internas, y de la financiación iraní, y de tantas otras cosas, no seré yo quien diga que no son importantes, tengo fe de que lo son, casi todas. Pero.
Un “pero” más grande que mi indignación.
Están muriendo decenas de miles de personas en España por la negligencia de un grupo de políticos, o bien tontos por no verlo (aún con asesores bienpagados) o perversos por no visibilizarlo y actuar. Y a mí no me vale, ni tontos ni perversos, o mezcla de ambos.
Necesitamos políticas reales, aplicadas, implementadas, no palabras vagas. Y las necesitamos ya.
Aquí, el que escribe se posiciona totalmente a favor de iniciativas como "Madrid Central", no exentas de polémicas y desajustes iniciales, pero enormemente importantes, esa es la dirección a seguir, aunque a día de hoy sea más bien la excepción (una excepción castigada con saña desde el resto de grupos)
No nos equivoquemos, hay pecados en política, y el no hacer nada en esto es uno, y bien grande. No nos dejemos llevar por su pecado, que no nos impongan los temas sobre los que pensar.
Mañana 15 de Marzo de 2019 hay una huelga estudiantil por el clima. ¿Serán nuestros hijos los que hablen fuerte ya no desde el ecologismo sino desde la lógica más elemental?

Fuentes: