… y de pronto Podemos
se presentó a una cena a la que no había sido invitados.
¿Quiénes son? ¿Qué propugnan? ¿Por qué despiertan loa y
escarnio?
¿Mi opinión? Es como todo: sombras y luces, o mejor dicho,
luces y sombras. Lo jugoso son los detalles.
Podemos ha
aparecido con fuerza en el panorama político español, ha canalizado el hastío
de una buena porción de votantes. Su líder, Pablo Iglesias, acostumbra a no
dejar indiferencia a su paso.
Los ríos de tinta se han desbordado y es necesario acotar
aspectos relacionados con toda esta vorágine. Empecemos:
-
Ignorancia:
algunos nos llaman ignorantes por votar a aquellos que no les gustan, nos
desprecian y encasillan. A mí no me han hecho falta dos carreras para no
necesitar menospreciar a nadie (me remito a la entrada que escribí sobre
Freire), aunque en la política, a veces es ese el juego. Pensaba yo que la
democracia adjuntaba al voto el respeto, se ve que para algunos no. (Esto me
recuerda al discurso sobre la inmigración, en el que, sin decirlo, por
supuesto, un inmigrante será bienvenido mientras venga con dinero, entonces es
como si no fuera inmigrante, y aquí parece esto, un voto es ignorante cuando no
es el que desean algunos)
-
Hipocresía:
se ha adoptado la hipocresía como discurso de hostigación, se han vuelto a fiar
del aroma suave de los reduccionismos. Hablan de Podemos y hablan de chavismo, hablan de Venezuela como si fuera más
un insulto que un país. Toman un vínculo y lo extasían hasta la ofensa. Hablan
de dictadores cuando los demócratas no han levantado la voz cuando nuestros
mandatarios han reverenciado a otras dictaduras con olor a petróleo, entiéndase
Arabia Saudí o Libia, Egipto o Túnez, por no hablar del comunismo dictatorial
de China, todos tienen si no dictaduras sí autoritarismos bastante explícitos y
recurrentemente sangrantes. No hablamos por tanto de ideas, hablamos de
negocios. Y de hipocresía.
-
Populismo:
tachan de populista al señor Iglesias. Es populista (esto lo digo yo) porque ha
hecho la campaña en una furgoneta (perdón dos), es populista porque reniega de
comidas ostentosas, coches oficiales, bussines
class y demás golosinas, es populista porque quiere erradicar la corrupción
y hace campaña con ello, es populista porque quiere evitar el hasta ahora sagrado
retiro de los políticos a las empresas privadas, es populista porque no ha
pedido créditos a bancos para financiar la campaña (ahorrándose así quizás la
indecorosa y silenciosa rutina de la siempre sospechosa “perdonación” de deudas),
es populista porque ha renunciado a una subvención de un millón y pico de euros
tras las elecciones. Y continúo diciendo yo: bendito populismo. Platón,
personaje del que al menos no trascendió su populismo, decía que los políticos
no podían lucrarse con el ejercicio de su mandato, qué cosas.
-
Mass
media: no veo mucho la tele, lo siento, pero leo los periódicos y
escucho la radio. E impresiona ver lo atroz de algunos ataques ya en el día
después, la retahíla de descalificativos, lo personal de los insultos, el deseo
denigrador. Se ha sentido el degüello en las formas. Vaticiné delante de un
amigo lo obvio, le dije que mientras estábamos hablando ya había gente en
hemerotecas analizando cada palabra publicada por el individuo Pablo. El día
después ya escuché frases del individuo, algunas desafortunadas, otras no
tanto, buscando en todo caso (ellos) transmitir un jocoso rechazo. Se ha
conjugado esto con un intento de vacío, se ha querido parar una gotera con la
mano, pero eso es difícil. Podemos es
una realidad y como tal hay que tratarla.
-
Casta:
vienen y hablan de casta, parece un lenguaje antiguo, pero lo dicen, y ya
puestos, por ello también les critican. Y si por partidos de casta se refieren,
por poner un mínimo ejemplo y sin querer entrar (hoy) en detalles, a los
privilegios que tienen los parlamentarios (que además, y sin ser pocos, son los
que regulan sus propios privilegios), si se refieren a los consejos de
administración de los bancos con representantes políticos y unido a esto a las
opacidades en su financiación como partidos, si se refieren al sueldo que
cobran por practicar el absentismo laboral en el parlamento sin que se les
exija (tan solo…) asistencia, si se refieren a eso habría que ser muy hábil en
el manejo de eufemismos para evitar hablar de esa gente como una casta al
margen del resto. Con un matiz muy importante: en vez de "partidos de casta" sería más acertado decir "partidos con castas". No todo dentro de ellos es una casta, estructuras enfermas también albergan individuos sanos, por fortuna, y aún más, benditos ellos.
Y en la otra dirección:
-
Demagogia:
esto lo digo yo, porque se debe ser ecuánime, y la voz nunca debe temblar.
Definición: Consiste en apelar a
prejuicios, emociones, miedos y esperanzas del público para ganar apoyo
popular, frecuentemente mediante el uso de la retórica y la propaganda. El
discurso de Podemos a través de su líder acostumbra a utilizar la demagogia en
los lances. Utilizan sin reparos la retórica. Hacen uso de una de las artimañas
más comunes (y perniciosas) del mundillo: si te perjudican la pregunta nunca la
respondas de forma directa. Ejemplo real, dicen a Pablo: Carrillo era un asesino por esto y por lo otro, responde Pablo, los padres de la Constitución hicieron
homenajes a Carrillo. Y como este muchos. Claro, es más útil esto que
enfrentarse a incoherencias en lo que defiendes. Por eso, ¿cuándo llegará un
político que reconozca las incoherencias en su discurso?
Y una de regalo:
-
Bipartidismo:
se siente amenazado el juego de dos y estos días se escucha mucho a aquellos
que defienden que es mejor si el juego se juega únicamente entre dos. ¿Harán
campaña a favor del voto útil? Aquí ya hablamos de ello.
Ahora que hemos dibujado unas líneas hablemos de esperanza:
¿Qué esperanza transmite hoy Podemos? A mi juicio Podemos
transmite una bella esperanza. Que viene de su limpieza, parte de cero, acaba
de nacer, no ha tenido tiempo de corromperse, ha nacido de las ideas, no del
interés. No tiene inercias (las inercias hacen al menos transitoriamente
estúpidos a todos, desde la Iglesia a Izquierda Unida, por decir dos), no
tienen, al menos todavía, miembros del partido que sean quistes para el
partido, los que están están porque creen, y no porque quieran mantener una
silla o un despacho. Son esperanza porque plantan cara a los intereses
cultivados de los grandes partidos, a esos intereses enraizados que impiden
hacer real lo obvio (pensemos en que al poder judicial lo nombran los partidos
políticos, por poner un ejemplo, y es obvio que en una separación de poderes
haya una separación de poderes, y ni el más utópico piensa que esto sea así).
Son una voz impertinente que interrumpen el juego de un desajuste llamado
política. Son esperanza porque responden a una tipología de partido ausente
hasta la fecha. Nacen sin ataduras y adoptan una posición humanista desde su
origen. Son esperanza porque al fin hay un contrapunto representado que al
menos todavía no es esclavo de fuerzas mayores.
Por eso, y más ahora que al principio de este escrito: los
que insultan y denigran a esta fuerza emergente son corruptos (en materia o
ideas) o pobres (en ideas), y no manejo esta afirmación como insulto. Siempre
dentro del juego democrático podéis pensar lo que queráis, pero al menos debéis
un respeto.
A todo lo dicho, prima un comentario importante: lo que
este nuevo partido sea lo va a tener que definir día a día, iremos viendo sus
aciertos y sus incoherencias, solamente mantengo que un partido de corte tan
humanista como este no puede ser condenado antes de que en el peor de los casos
se condene él mismo. No nos dejemos mentir con demonios que no existen,
habla antes el pavor que la verdad.
Por eso estamos de enhorabuena, por el nacimiento. A ver qué
es de mayor.