miércoles, 15 de mayo de 2019

La política y el corto plazo (1) Elecciones


Lo interpretaré como simbólico. Es una pura anécdota, pero tiene un simbolismo detrás que merece la pena reseñar. Lo extrapolaré y constataré a nivel de entrada de blog, lo cual es mucho y nada a la vez. Clonaré su esencia solamente intuyendo que el conjunto huele así.
Ahí va, a dos semanas de elecciones municipales han vuelto a pintar los pasos de cebra de mi ciudad, muchos, que es cierto que apenas se veían.
Y les odio por ello. Un poco al menos. No les retiraré el saludo, Realmente tampoco sé quiénes son.
Les odio porque han hecho una oda al cortoplacismo, parece que reducen la realidad a un ciclo electoral. Y será útil, y será estratégicamente adecuado. Pero en su fondo no es honesto. No nos merecemos ser tratados como mercancía, parece que somos el medio para su fin. Cuando realmente deberíamos ser nosotros el fin, y ellos el medio. Pero tienen miedo. A no estar, a no cobrar, a no mandar, a no poder guiarnos.
Odio su lógica del poder y de la perpetuación. Están educados en la victoria, y cuando la alcanzan no quieren soltarla. Deberían, como Heisenberg (y su gato) ser y no ser, tendrían más paz, más tranquilidad. Aunque se los coman. Porque si se los comen serán semilla. ¿No lo ven?