viernes, 6 de junio de 2014

PODEMOS: reflexiones



… y de pronto Podemos se presentó a una cena a la que no había sido invitados.
¿Quiénes son? ¿Qué propugnan? ¿Por qué despiertan loa y escarnio?
¿Mi opinión? Es como todo: sombras y luces, o mejor dicho, luces y sombras. Lo jugoso son los detalles.
Podemos ha aparecido con fuerza en el panorama político español, ha canalizado el hastío de una buena porción de votantes. Su líder, Pablo Iglesias, acostumbra a no dejar indiferencia a su paso.

Los ríos de tinta se han desbordado y es necesario acotar aspectos relacionados con toda esta vorágine. Empecemos:

-          Ignorancia: algunos nos llaman ignorantes por votar a aquellos que no les gustan, nos desprecian y encasillan. A mí no me han hecho falta dos carreras para no necesitar menospreciar a nadie (me remito a la entrada que escribí sobre Freire), aunque en la política, a veces es ese el juego. Pensaba yo que la democracia adjuntaba al voto el respeto, se ve que para algunos no. (Esto me recuerda al discurso sobre la inmigración, en el que, sin decirlo, por supuesto, un inmigrante será bienvenido mientras venga con dinero, entonces es como si no fuera inmigrante, y aquí parece esto, un voto es ignorante cuando no es el que desean algunos)
-          Hipocresía: se ha adoptado la hipocresía como discurso de hostigación, se han vuelto a fiar del aroma suave de los reduccionismos. Hablan de Podemos y hablan de chavismo, hablan de Venezuela como si fuera más un insulto que un país. Toman un vínculo y lo extasían hasta la ofensa. Hablan de dictadores cuando los demócratas no han levantado la voz cuando nuestros mandatarios han reverenciado a otras dictaduras con olor a petróleo, entiéndase Arabia Saudí o Libia, Egipto o Túnez, por no hablar del comunismo dictatorial de China, todos tienen si no dictaduras sí autoritarismos bastante explícitos y recurrentemente sangrantes. No hablamos por tanto de ideas, hablamos de negocios. Y de hipocresía.
-          Populismo: tachan de populista al señor Iglesias. Es populista (esto lo digo yo) porque ha hecho la campaña en una furgoneta (perdón dos), es populista porque reniega de comidas ostentosas, coches oficiales, bussines class y demás golosinas, es populista porque quiere erradicar la corrupción y hace campaña con ello, es populista porque quiere evitar el hasta ahora sagrado retiro de los políticos a las empresas privadas, es populista porque no ha pedido créditos a bancos para financiar la campaña (ahorrándose así quizás la indecorosa y silenciosa rutina de la siempre sospechosa “perdonación” de deudas), es populista porque ha renunciado a una subvención de un millón y pico de euros tras las elecciones. Y continúo diciendo yo: bendito populismo. Platón, personaje del que al menos no trascendió su populismo, decía que los políticos no podían lucrarse con el ejercicio de su mandato, qué cosas.
-          Mass media: no veo mucho la tele, lo siento, pero leo los periódicos y escucho la radio. E impresiona ver lo atroz de algunos ataques ya en el día después, la retahíla de descalificativos, lo personal de los insultos, el deseo denigrador. Se ha sentido el degüello en las formas. Vaticiné delante de un amigo lo obvio, le dije que mientras estábamos hablando ya había gente en hemerotecas analizando cada palabra publicada por el individuo Pablo. El día después ya escuché frases del individuo, algunas desafortunadas, otras no tanto, buscando en todo caso (ellos) transmitir un jocoso rechazo. Se ha conjugado esto con un intento de vacío, se ha querido parar una gotera con la mano, pero eso es difícil. Podemos es una realidad y como tal hay que tratarla.
-          Casta: vienen y hablan de casta, parece un lenguaje antiguo, pero lo dicen, y ya puestos, por ello también les critican. Y si por partidos de casta se refieren, por poner un mínimo ejemplo y sin querer entrar (hoy) en detalles, a los privilegios que tienen los parlamentarios (que además, y sin ser pocos, son los que regulan sus propios privilegios), si se refieren a los consejos de administración de los bancos con representantes políticos y unido a esto a las opacidades en su financiación como partidos, si se refieren al sueldo que cobran por practicar el absentismo laboral en el parlamento sin que se les exija (tan solo…) asistencia, si se refieren a eso habría que ser muy hábil en el manejo de eufemismos para evitar hablar de esa gente como una casta al margen del resto. Con un matiz muy importante: en vez de "partidos de casta" sería más acertado decir "partidos con castas". No todo dentro de ellos es una casta, estructuras enfermas también albergan individuos sanos, por fortuna, y aún más, benditos ellos.

Y en la otra dirección:

-          Demagogia: esto lo digo yo, porque se debe ser ecuánime, y la voz nunca debe temblar. Definición: Consiste en apelar a prejuicios, emociones, miedos y esperanzas del público para ganar apoyo popular, frecuentemente mediante el uso de la retórica y la propaganda. El discurso de Podemos a través de su líder acostumbra a utilizar la demagogia en los lances. Utilizan sin reparos la retórica. Hacen uso de una de las artimañas más comunes (y perniciosas) del mundillo: si te perjudican la pregunta nunca la respondas de forma directa. Ejemplo real, dicen a Pablo: Carrillo era un asesino por esto y por lo otro, responde Pablo, los padres de la Constitución hicieron homenajes a Carrillo. Y como este muchos. Claro, es más útil esto que enfrentarse a incoherencias en lo que defiendes. Por eso, ¿cuándo llegará un político que reconozca las incoherencias en su discurso?

Y una de regalo:
-          Bipartidismo: se siente amenazado el juego de dos y estos días se escucha mucho a aquellos que defienden que es mejor si el juego se juega únicamente entre dos. ¿Harán campaña a favor del voto útil? Aquí ya hablamos de ello.


Ahora que hemos dibujado unas líneas hablemos de esperanza:
¿Qué esperanza transmite hoy Podemos? A mi juicio Podemos transmite una bella esperanza. Que viene de su limpieza, parte de cero, acaba de nacer, no ha tenido tiempo de corromperse, ha nacido de las ideas, no del interés. No tiene inercias (las inercias hacen al menos transitoriamente estúpidos a todos, desde la Iglesia a Izquierda Unida, por decir dos), no tienen, al menos todavía, miembros del partido que sean quistes para el partido, los que están están porque creen, y no porque quieran mantener una silla o un despacho. Son esperanza porque plantan cara a los intereses cultivados de los grandes partidos, a esos intereses enraizados que impiden hacer real lo obvio (pensemos en que al poder judicial lo nombran los partidos políticos, por poner un ejemplo, y es obvio que en una separación de poderes haya una separación de poderes, y ni el más utópico piensa que esto sea así). Son una voz impertinente que interrumpen el juego de un desajuste llamado política. Son esperanza porque responden a una tipología de partido ausente hasta la fecha. Nacen sin ataduras y adoptan una posición humanista desde su origen. Son esperanza porque al fin hay un contrapunto representado que al menos todavía no es esclavo de fuerzas mayores.
Por eso, y más ahora que al principio de este escrito: los que insultan y denigran a esta fuerza emergente son corruptos (en materia o ideas) o pobres (en ideas), y no manejo esta afirmación como insulto. Siempre dentro del juego democrático podéis pensar lo que queráis, pero al menos debéis un respeto.

A todo lo dicho, prima un comentario importante: lo que este nuevo partido sea lo va a tener que definir día a día, iremos viendo sus aciertos y sus incoherencias, solamente mantengo que un partido de corte tan humanista como este no puede ser condenado antes de que en el peor de los casos se condene él mismo. No nos dejemos mentir con demonios que no existen, habla antes el pavor que la verdad.

Por eso estamos de enhorabuena, por el nacimiento. A ver qué es de mayor.

martes, 20 de mayo de 2014

Propaganda electoral



Hoy toca un ejercicio simpático sobre las cartas de propaganda electoral que a todos nos llegan en períodos electorales (p.e. ahora, con las elecciones europeas).
Una lectura rápida sobre sus formas:

  • -          Todas apelan a nuestros sentimientos y a nuestro sentido del deber
  • -          Todas mencionan valores grandilocuentes
  • -          Todas intentan hacernos sentir importantes, tenidos en consideración
  • -          Todas muestran a un partido político limpio, puro y sin fisuras
  • -          Algunas hacen hincapié en la confrontación, otras en el idealismo, otras en la responsabilidad, en esto hay variabilidad en las estrategias
  • -          Detrás de todas hay una parte no dicha, y es por eso el uso de vaguedades y vacuidades


¿Por qué las cartas de propaganda utilizan estos mecanismos? La respuesta es sencilla, no pretenden dar un detalle de programa, no pretenden darnos un conocimiento profundo del partido. Las cartas están primordialmente dirigidas a los indecisos, aquellos individuos potencialmente motivables. Un “yo” indeciso puede sentirse súbitamente responsable del devenir del país, o puede experimentar una repentina sensibilidad por ese deseo solidario del partido en cuestión, o también puede sentir un miedo calculado por lo que pueda venir. Ahí es donde quieren “atacar”: a lo voluble, es una caza del voto. Y siempre se erige lo mismo: un partido político pleno de ideales, coherente y con ilusión para trabajar por nuestro futuro.
Más que por el contenido estas cartas se diferencian por las siglas.

Dejo a continuación un ejercicio desenfadado de estos recursos de estilo, una caricatura de lo que son, una crítica a lo que callan, una ironía que responde a su sarcasmo.
Son cartas plenamente inventadas, quede claro desde el principio.



Modelo 1 (concreto + correcto)
Me dirijo a ustedes amigos, para hablarles de este gran proyecto que estamos construyendo entre todos y que hemos quedado en llamar Europa.
Son tiempos difíciles y es por eso que necesitamos ser más fuertes para poder influir en las decisiones que se toman y alcanzar así los valores que nos definen.
Nuestros valores, como sabes, tratan de construir un proyecto basado en la igualdad y en la solidaridad, donde todos los ciudadanos se encuentren representados y donde todos podamos sentirnos integrados.
Sin tu ayuda no podemos llegar a eso, te necesitamos para, con tu voz, tener voz en Europa.
Somos conscientes de que tu confianza es nuestra responsabilidad. No dudes de que de tus ideas nuestro trabajo.
Recibe un cordial saludo.

Variante de modelo 1(concreto + incorrecto)
Me dirijo a ustedes amigos, para hablarles de este gran proyecto que estamos construyendo entre todos y que hemos quedado en llamar Europa.
Son tiempos difíciles, más para vosotros que para nosotros, y es por eso y por muchas otras razones que necesitamos ser más fuertes para poder influir en las decisiones que se toman, y estar ahí arriba, en el poder, alcanzar así los valores que nos definen (lo de los valores es secundario).
Nuestros valores, como sabes, tratan de construir un proyecto basado en la igualdad y en la solidaridad, realmente no, pero queda bien, la realidad es mucho más compleja que cuatro palabras bonitas y en el mejor de los casos tendremos que matizar esas palabras tan manidas como universales, hablaremos de solidaridad cuando seamos los beneficiados, hablaremos de igualdad cuando nos queramos acercar a los más poderosos, e incluso nos opondremos (en contra de tu opción de voto), si nos es necesario, en fin, estas cosas, donde todos los ciudadanos se encuentren representados, o algunos, realmente representar a todos es muy complicado, y donde todos podamos sentirnos integrados, nosotros al menos.
Sin tu ayuda no podemos llegar a eso, te necesitamos, y esto es la primera verdad diáfana que escuchas, para, con tu voz, tener voz en Europa.
<<Inicio de frase bonita>> Somos conscientes de que tu confianza es nuestra responsabilidad. No dudes de que de tus ideas nuestro trabajo. <<fin de frase bonita>>
Recibe un cordial saludo.

Modelo 2 (genérico + ironía explícita)
Estimado compañero, permítame dirigirme a usted desde la más profunda de las ideologías, en los tiempos que corren no creo que necesite recordarle que las diferencias que nos separan de los otros son hoy más profundas que nunca, al igual que la injusticia, que se ha cebado con los que menos lo merecen. Es momento de cambiar la historia y su devenir. Por ello le invitamos a nuestro mitin en xxxx que será de singular relevancia para auto-afianzarnos y hacer un frente único y unido, allí recordaremos lo que nos une y también lo que odiamos, y juntos de la mano simplificaremos nuestro entendimiento para poder odiar y creer sin fisuras. La autocrítica y las corbatas, si bien serán recibidas con cortesía, no tendrán cabida verdadera entre nuestros nobles ideales.
Rogamos difunda nuestra fina convocatoria entre amigos y monopensantes. Juntos venceremos y nuestras ideas serán al fin faro del porvenir. Aun sin conocerle le envío un cordial y personal saludo.

Variante de Modelo 2 (genérico + ironía implícita)
Estimado compañero, permítame dirigirme a usted desde el más profundo de los afectos, en los tiempos que corren no creo que necesite recordarle que las diferencias que nos separan de los otros son hoy más profundas que nunca, al igual que la injusticia, que se ha cebado con los que menos lo merecen. Es momento de cambiar la historia y su devenir. Por ello le invitamos a nuestro mitin en xxxx en el que hablaremos de nuestro proyecto, y recordaremos lo que nos une, nuestros valores y nuestros ideales, nuestra lucha; todos juntos seremos imparables. Representamos la verdadera alternativa.
Rogamos difunda nuestra convocatoria entre amigos y demás compañeros interesados en el mejor de los porvenires. Juntos venceremos y con humildad les convenceremos de que otra forma de hacer las cosas es posible. Le envío un cordial saludo.





viernes, 16 de mayo de 2014

Intermedio


Creemos que el mundo se rige por un continuo decidir. Voy por aquí o por allá. Me caso o no me caso. Estudio esto o lo otro, etc. Y olvidamos que a veces, no siempre, las realidades sencillas, las del día a día, las que recogen los rayos del sol, olvidamos que esas pequeñas realidades no son deudoras de ninguna decisión, serán nuestros pasos aleatorios los que indiquen nuestro lugar en aquel jardín, será aquel banco el que nos invite a parar, al abrigo de una sombra que nos protege del calor, será una paz absurda y bella la que nos invada sin motivo, porque nos enseña la vida, la moraleja sin fábula, nos susurra un alejar de nuestra mirada ingenieril, nos sugiere un escape a nuestro afán de raciocionio. Creo que los orientales lo llaman Zen, nosotros no, nos cuesta; nos cuesta a veces ser libres cuando suenan los engranajes de nuestra sociedad mecanicista.

miércoles, 26 de febrero de 2014

La política y Freire

No quisiera dejar escapar febrero sin escribir alguna cosa. Pero he tenido un problema, no más, un problema tridimensional: cuando he tenido la ocurrencia me ha faltado la pluma o el tiempo. Cuando he tenido el tiempo me ha faltado la pluma o la ocurrencia. Y...  sí, cuando he tenido la pluma me han faltado la ocurrencia o el tiempo.

Pero, como digo, no quisiera dejar escapar este mes, y para ello hoy, en vez de decir lo que pienso voy a pensar lo que dicen. Lo que dice en este caso alguien sabio, alguien que se llamó Paulo Freire, alguien que pervivió a través de sus ideas. Una reflexión sobre la importancia de la voz y la justicia, un pensamiento integrador que busca y reivindica la grandeza de cada ser que componemos este mundo.

¿Os imagináis, (y en esta ocasión hablar de política es casi un off-topic) que en el Debate del Estado de la Nación de ayer dejan su violencia dialéctica y asumen la política como una labor que consiste en construir entre todos? Yo, hoy, no.

 ”Disculpe, señor -dijo uno de ellos-, que estuviéramos hablando. Usted es el que puede hablar porque es el que sabe. Nosotros no.”
(...)
 Lo que no tendría sentido es que yo “llenara” el silencio del grupo de campesinos con mi palabra, reforzando así la ideología que habían expresado. Lo que yo debía hacer era partir de la aceptación de algo dicho por el campesino en su discurso, para enfrentarlos a alguna dificultad y traerlos de nuevo al diálogo.
Por otra parte, después de haber oído lo dicho por el campesino, disculpándose porque habían hablado cuando el que podía hacerlo era yo, porque sabía, no tenía sentido que yo les diera una lección, con aires doctorales, sobre “la ideología del poder y el poder de la ideología”.
(...)
”Muy bien -dije en respuesta a la intervención del campesino-, acepto que yo sé y ustedes no saben. De cualquier manera, quisiera proponerles un juego que, para que funcione bien, exige de nosotros lealtad absoluta. Voy a dividir el pizarrón en dos partes, y en ellas iré registrando, de mi lado y del lado de ustedes, los goles que meteremos, yo contra ustedes y ustedes contra mí. El juego consiste en que cada uno le pregunte algo al otro. Si el interrogado no sabe responder, es gol del que preguntó. Voy a empezar por hacerles una pregunta.”
 En este punto, precisamente porque había asumido el “momento” del grupo, el clima era más vivo que al empezar, antes del silencio.
 Primera pregunta:
-¿Qué significa la mayéutica socrática?
Carcajada general, y yo registré mi primer gol.
-Ahora les toca a ustedes hacerme una pregunta a mí -dije.
Hubo unos murmullos y uno de ellos lanzó la pregunta:
-¿Qué es la curva de nivel?
No supe responder, y registré uno a uno.
-¿Cuál es la importancia de Hegel en el pensamiento de Marx?
Dos a uno.
-¿Para qué sirve el calado del suelo?
Dos a dos.
-¿Qué es un verbo intransitivo?
Tres a dos.
-¿Qué relación hay entre la curva de nivel y la erosión?
Tres a tres.
-¿Qué significa epistemología?
Cuatro a tres.
-¿Qué es abono verde?
Cuatro a cuatro.
Y así sucesivamente, hasta que llegamos a diez a diez.
 Al despedirme de ellos hice una sugerencia: “Piensen en lo que ocurrió aquí esta tarde. Ustedes empezaron discutiendo muy bien conmigo. En cierto momento se quedaron en silencio y dijeron que sólo yo podía hablar porque sólo yo sabía, y ustedes no. Hicimos un juego sobre saberes y empatamos diez a diez. Yo sabía diez cosas que ustedes no sabían y ustedes sabían diez cosas que yo no sabía. Piensen en eso”.

jueves, 19 de diciembre de 2013

De izquierdas y derechas



Aproximándonos a reduccionismos ideológicos ligados a la orientación, podemos hacer una división topológica de nuestra realidad política, las consabidas izquierdas y derechas.
Hoy únicamente van unas pocas percepciones propias (sin obligación de relevancia) de mi experiencia y mi opinión sobre estos tópicos agrupadores. Cuatro trazos:

1.
-                                       Verdad Verdadera de la Izquierda: Sin trabajadores no hay sociedad
-                                       Verdad Verdadera de la Derecha: Sin empresas no hay sociedad 

2.
                Diferencio la gente “muy” de izquierdas/derechas, de la gente de extrema izquierda/derecha. La diferencia es que en la extrema izquierda/derecha se aporta un componente violento a la convicción política, sea cual sea. Adereza/adultera las convicciones, las agresiviza. Para que me entiendan: un tonto es un tonto, un extremo tonto es un tonto violento, por lo tanto, conviene separar lo no sustancial de lo sustancial (y mi lógico escepticismo hacia los que profesan esos extremos).

3.
                Conozco gente muy buena que es muy de derechas y gente muy buena que es muy de izquierdas, ideológicamente opuestas (si aceptamos esa dicotomía de pensamiento). La mayor diferencia que aprecio, en base a mi experiencia, es que la gente muy de izquierdas es gente muy activa en la sociedad, muy implicada en movimientos sociales (que per se no son propiedad de nadie), en el querer cambiar las cosas a través de la acción consciente, y por el contrario, la gente muy de derechas es menos activa en estos campos (menos activa no es ausente), abanderan menos ilusión, tienen menos esperanza en su poder para cambiar las cosas, limitan la corrección a su persona, lo cual, no se me entienda mal, no quiero decir que sea malo, simplemente que es. Como todo, con gozosas excepciones.

4.
                Ambas, izquierda y derecha, difieren a veces en la estimación del calado de las medidas a tomar. Si excluimos la maldad solo nos queda una alternancia en la inoperancia. Más en algunos casos, ya hablando sólo de un lado, como el de la sanidad.