martes, 20 de mayo de 2014

Propaganda electoral



Hoy toca un ejercicio simpático sobre las cartas de propaganda electoral que a todos nos llegan en períodos electorales (p.e. ahora, con las elecciones europeas).
Una lectura rápida sobre sus formas:

  • -          Todas apelan a nuestros sentimientos y a nuestro sentido del deber
  • -          Todas mencionan valores grandilocuentes
  • -          Todas intentan hacernos sentir importantes, tenidos en consideración
  • -          Todas muestran a un partido político limpio, puro y sin fisuras
  • -          Algunas hacen hincapié en la confrontación, otras en el idealismo, otras en la responsabilidad, en esto hay variabilidad en las estrategias
  • -          Detrás de todas hay una parte no dicha, y es por eso el uso de vaguedades y vacuidades


¿Por qué las cartas de propaganda utilizan estos mecanismos? La respuesta es sencilla, no pretenden dar un detalle de programa, no pretenden darnos un conocimiento profundo del partido. Las cartas están primordialmente dirigidas a los indecisos, aquellos individuos potencialmente motivables. Un “yo” indeciso puede sentirse súbitamente responsable del devenir del país, o puede experimentar una repentina sensibilidad por ese deseo solidario del partido en cuestión, o también puede sentir un miedo calculado por lo que pueda venir. Ahí es donde quieren “atacar”: a lo voluble, es una caza del voto. Y siempre se erige lo mismo: un partido político pleno de ideales, coherente y con ilusión para trabajar por nuestro futuro.
Más que por el contenido estas cartas se diferencian por las siglas.

Dejo a continuación un ejercicio desenfadado de estos recursos de estilo, una caricatura de lo que son, una crítica a lo que callan, una ironía que responde a su sarcasmo.
Son cartas plenamente inventadas, quede claro desde el principio.



Modelo 1 (concreto + correcto)
Me dirijo a ustedes amigos, para hablarles de este gran proyecto que estamos construyendo entre todos y que hemos quedado en llamar Europa.
Son tiempos difíciles y es por eso que necesitamos ser más fuertes para poder influir en las decisiones que se toman y alcanzar así los valores que nos definen.
Nuestros valores, como sabes, tratan de construir un proyecto basado en la igualdad y en la solidaridad, donde todos los ciudadanos se encuentren representados y donde todos podamos sentirnos integrados.
Sin tu ayuda no podemos llegar a eso, te necesitamos para, con tu voz, tener voz en Europa.
Somos conscientes de que tu confianza es nuestra responsabilidad. No dudes de que de tus ideas nuestro trabajo.
Recibe un cordial saludo.

Variante de modelo 1(concreto + incorrecto)
Me dirijo a ustedes amigos, para hablarles de este gran proyecto que estamos construyendo entre todos y que hemos quedado en llamar Europa.
Son tiempos difíciles, más para vosotros que para nosotros, y es por eso y por muchas otras razones que necesitamos ser más fuertes para poder influir en las decisiones que se toman, y estar ahí arriba, en el poder, alcanzar así los valores que nos definen (lo de los valores es secundario).
Nuestros valores, como sabes, tratan de construir un proyecto basado en la igualdad y en la solidaridad, realmente no, pero queda bien, la realidad es mucho más compleja que cuatro palabras bonitas y en el mejor de los casos tendremos que matizar esas palabras tan manidas como universales, hablaremos de solidaridad cuando seamos los beneficiados, hablaremos de igualdad cuando nos queramos acercar a los más poderosos, e incluso nos opondremos (en contra de tu opción de voto), si nos es necesario, en fin, estas cosas, donde todos los ciudadanos se encuentren representados, o algunos, realmente representar a todos es muy complicado, y donde todos podamos sentirnos integrados, nosotros al menos.
Sin tu ayuda no podemos llegar a eso, te necesitamos, y esto es la primera verdad diáfana que escuchas, para, con tu voz, tener voz en Europa.
<<Inicio de frase bonita>> Somos conscientes de que tu confianza es nuestra responsabilidad. No dudes de que de tus ideas nuestro trabajo. <<fin de frase bonita>>
Recibe un cordial saludo.

Modelo 2 (genérico + ironía explícita)
Estimado compañero, permítame dirigirme a usted desde la más profunda de las ideologías, en los tiempos que corren no creo que necesite recordarle que las diferencias que nos separan de los otros son hoy más profundas que nunca, al igual que la injusticia, que se ha cebado con los que menos lo merecen. Es momento de cambiar la historia y su devenir. Por ello le invitamos a nuestro mitin en xxxx que será de singular relevancia para auto-afianzarnos y hacer un frente único y unido, allí recordaremos lo que nos une y también lo que odiamos, y juntos de la mano simplificaremos nuestro entendimiento para poder odiar y creer sin fisuras. La autocrítica y las corbatas, si bien serán recibidas con cortesía, no tendrán cabida verdadera entre nuestros nobles ideales.
Rogamos difunda nuestra fina convocatoria entre amigos y monopensantes. Juntos venceremos y nuestras ideas serán al fin faro del porvenir. Aun sin conocerle le envío un cordial y personal saludo.

Variante de Modelo 2 (genérico + ironía implícita)
Estimado compañero, permítame dirigirme a usted desde el más profundo de los afectos, en los tiempos que corren no creo que necesite recordarle que las diferencias que nos separan de los otros son hoy más profundas que nunca, al igual que la injusticia, que se ha cebado con los que menos lo merecen. Es momento de cambiar la historia y su devenir. Por ello le invitamos a nuestro mitin en xxxx en el que hablaremos de nuestro proyecto, y recordaremos lo que nos une, nuestros valores y nuestros ideales, nuestra lucha; todos juntos seremos imparables. Representamos la verdadera alternativa.
Rogamos difunda nuestra convocatoria entre amigos y demás compañeros interesados en el mejor de los porvenires. Juntos venceremos y con humildad les convenceremos de que otra forma de hacer las cosas es posible. Le envío un cordial saludo.





viernes, 16 de mayo de 2014

Intermedio


Creemos que el mundo se rige por un continuo decidir. Voy por aquí o por allá. Me caso o no me caso. Estudio esto o lo otro, etc. Y olvidamos que a veces, no siempre, las realidades sencillas, las del día a día, las que recogen los rayos del sol, olvidamos que esas pequeñas realidades no son deudoras de ninguna decisión, serán nuestros pasos aleatorios los que indiquen nuestro lugar en aquel jardín, será aquel banco el que nos invite a parar, al abrigo de una sombra que nos protege del calor, será una paz absurda y bella la que nos invada sin motivo, porque nos enseña la vida, la moraleja sin fábula, nos susurra un alejar de nuestra mirada ingenieril, nos sugiere un escape a nuestro afán de raciocionio. Creo que los orientales lo llaman Zen, nosotros no, nos cuesta; nos cuesta a veces ser libres cuando suenan los engranajes de nuestra sociedad mecanicista.

miércoles, 26 de febrero de 2014

La política y Freire

No quisiera dejar escapar febrero sin escribir alguna cosa. Pero he tenido un problema, no más, un problema tridimensional: cuando he tenido la ocurrencia me ha faltado la pluma o el tiempo. Cuando he tenido el tiempo me ha faltado la pluma o la ocurrencia. Y...  sí, cuando he tenido la pluma me han faltado la ocurrencia o el tiempo.

Pero, como digo, no quisiera dejar escapar este mes, y para ello hoy, en vez de decir lo que pienso voy a pensar lo que dicen. Lo que dice en este caso alguien sabio, alguien que se llamó Paulo Freire, alguien que pervivió a través de sus ideas. Una reflexión sobre la importancia de la voz y la justicia, un pensamiento integrador que busca y reivindica la grandeza de cada ser que componemos este mundo.

¿Os imagináis, (y en esta ocasión hablar de política es casi un off-topic) que en el Debate del Estado de la Nación de ayer dejan su violencia dialéctica y asumen la política como una labor que consiste en construir entre todos? Yo, hoy, no.

 ”Disculpe, señor -dijo uno de ellos-, que estuviéramos hablando. Usted es el que puede hablar porque es el que sabe. Nosotros no.”
(...)
 Lo que no tendría sentido es que yo “llenara” el silencio del grupo de campesinos con mi palabra, reforzando así la ideología que habían expresado. Lo que yo debía hacer era partir de la aceptación de algo dicho por el campesino en su discurso, para enfrentarlos a alguna dificultad y traerlos de nuevo al diálogo.
Por otra parte, después de haber oído lo dicho por el campesino, disculpándose porque habían hablado cuando el que podía hacerlo era yo, porque sabía, no tenía sentido que yo les diera una lección, con aires doctorales, sobre “la ideología del poder y el poder de la ideología”.
(...)
”Muy bien -dije en respuesta a la intervención del campesino-, acepto que yo sé y ustedes no saben. De cualquier manera, quisiera proponerles un juego que, para que funcione bien, exige de nosotros lealtad absoluta. Voy a dividir el pizarrón en dos partes, y en ellas iré registrando, de mi lado y del lado de ustedes, los goles que meteremos, yo contra ustedes y ustedes contra mí. El juego consiste en que cada uno le pregunte algo al otro. Si el interrogado no sabe responder, es gol del que preguntó. Voy a empezar por hacerles una pregunta.”
 En este punto, precisamente porque había asumido el “momento” del grupo, el clima era más vivo que al empezar, antes del silencio.
 Primera pregunta:
-¿Qué significa la mayéutica socrática?
Carcajada general, y yo registré mi primer gol.
-Ahora les toca a ustedes hacerme una pregunta a mí -dije.
Hubo unos murmullos y uno de ellos lanzó la pregunta:
-¿Qué es la curva de nivel?
No supe responder, y registré uno a uno.
-¿Cuál es la importancia de Hegel en el pensamiento de Marx?
Dos a uno.
-¿Para qué sirve el calado del suelo?
Dos a dos.
-¿Qué es un verbo intransitivo?
Tres a dos.
-¿Qué relación hay entre la curva de nivel y la erosión?
Tres a tres.
-¿Qué significa epistemología?
Cuatro a tres.
-¿Qué es abono verde?
Cuatro a cuatro.
Y así sucesivamente, hasta que llegamos a diez a diez.
 Al despedirme de ellos hice una sugerencia: “Piensen en lo que ocurrió aquí esta tarde. Ustedes empezaron discutiendo muy bien conmigo. En cierto momento se quedaron en silencio y dijeron que sólo yo podía hablar porque sólo yo sabía, y ustedes no. Hicimos un juego sobre saberes y empatamos diez a diez. Yo sabía diez cosas que ustedes no sabían y ustedes sabían diez cosas que yo no sabía. Piensen en eso”.

jueves, 19 de diciembre de 2013

De izquierdas y derechas



Aproximándonos a reduccionismos ideológicos ligados a la orientación, podemos hacer una división topológica de nuestra realidad política, las consabidas izquierdas y derechas.
Hoy únicamente van unas pocas percepciones propias (sin obligación de relevancia) de mi experiencia y mi opinión sobre estos tópicos agrupadores. Cuatro trazos:

1.
-                                       Verdad Verdadera de la Izquierda: Sin trabajadores no hay sociedad
-                                       Verdad Verdadera de la Derecha: Sin empresas no hay sociedad 

2.
                Diferencio la gente “muy” de izquierdas/derechas, de la gente de extrema izquierda/derecha. La diferencia es que en la extrema izquierda/derecha se aporta un componente violento a la convicción política, sea cual sea. Adereza/adultera las convicciones, las agresiviza. Para que me entiendan: un tonto es un tonto, un extremo tonto es un tonto violento, por lo tanto, conviene separar lo no sustancial de lo sustancial (y mi lógico escepticismo hacia los que profesan esos extremos).

3.
                Conozco gente muy buena que es muy de derechas y gente muy buena que es muy de izquierdas, ideológicamente opuestas (si aceptamos esa dicotomía de pensamiento). La mayor diferencia que aprecio, en base a mi experiencia, es que la gente muy de izquierdas es gente muy activa en la sociedad, muy implicada en movimientos sociales (que per se no son propiedad de nadie), en el querer cambiar las cosas a través de la acción consciente, y por el contrario, la gente muy de derechas es menos activa en estos campos (menos activa no es ausente), abanderan menos ilusión, tienen menos esperanza en su poder para cambiar las cosas, limitan la corrección a su persona, lo cual, no se me entienda mal, no quiero decir que sea malo, simplemente que es. Como todo, con gozosas excepciones.

4.
                Ambas, izquierda y derecha, difieren a veces en la estimación del calado de las medidas a tomar. Si excluimos la maldad solo nos queda una alternancia en la inoperancia. Más en algunos casos, ya hablando sólo de un lado, como el de la sanidad.

viernes, 29 de noviembre de 2013

La Alegría de la Política




En ocasiones creo que me parezco a los telediarios que se ven hoy día: solamente destacan lo malo, casi reducen lo reseñable a lo negativo.
No quisiera que este blog ni ninguno de los dos lectores asiduos que tiene de media, redondeando hacia arriba, pensaran que caigo en el negativismo ni en una defensa tangencial de la anarquía por knock-out de contrincantes.

Cierto es que hoy día los políticos que nos toca ver en los medios se encargan de deslegitimar la Política, y lo suelen hacer muy bien.
Cierto es que los medios de comunicación disfrutarían destripando tripas de abuelas si la audiencia así lo requiriese.
Cierto es que tanta recesión y drama nos hace lo mismo que la falta de sueño: nos vuelve irascibles.

Pero por aportar una visión comedidamente positiva creo que a la Política Nacional le pasa como a la Iglesia Nacional: les falla la jerarquía.
El que llega arriba muchas veces es el que ha sabido pisar o el que es fácil de manejar. Incluso hay una tipología curiosa: hay gente que es ampliamente incompetente pero tiene el don de saber escalar sin montañas, con su correspondiente y triste némesis: gente que tiene capacidades sobradas pero no tiene el don u oportunismo de llegar arriba.
Pero sin considerar la jerarquía (los políticos de primer nivel y barrio bajo), hay bases de correligionarios, más o menos crédulos, que desde un convencimiento menos dependiente de consideraciones monetarias, trabajan dentro de su Partido para lograr, desde sus ideas, el bien de todos, el bien nuestro. Tanta admiración a ellos como desprecio a sus jefes, no poca, por tanto.

Modulemos así la apariencia del blog, que también importa. Agradezcamos su labor a algunos políticos, no a todos, obvio, por estar además hoy día debajo de la tempestad y del oprobio generalizado. No sé cuántos son, pero ellos saben quiénes son. Si no os lo digo yo:
-          Si esto lo leyeran todos los políticos del país siéntase insultado usted si en su labor lectora hasta esta línea ha venido pensando: no es tan fácil, es más complicado que esto, a veces hay que transigir con cosas que no nos gustan, hay muchos intereses cruzados como para poder establecer líneas clara, etc. Entiéndase: los defensores de la tibieza.
-          Sienta mi agradecimiento aquel que en el transcurso de esta breve lectura haya pensado otra cosa.

Saludos al resto.

jueves, 31 de octubre de 2013

Fiscales





Empezaba un chiste que leí hace no demasiado en un periódico con una viñeta de un político encerrado en una celda, y decía: Quiero hablar con mi fiscal. Le responden desde fuera: Querrá decir su abogado. Y respondía el político: Sé lo que me digo.
Antecedentes:
Cuando pasa que a nivel político nos toman el pelo, ellos suelen preocuparse de envolver la mentira en cualquier tipo de artilugio, aunque sea casi transparente, les preocupa la apariencia primera que pueda llegar a la opinión pública. La praxis política teme al capricho de la opinión vocerable y por ello intentan impregnar de cualquier dulzor cualquier tontez gestada.
Nos pueden decir que hay movilidad exterior antes de reconocer que los jóvenes se arrojan al extranjero para optar a un trabajo, nos pueden decir que no estamos decreciendo sino con un crecimiento negativo, nos pueden decir que a ese delincuente no se le pagó, sino que se le dio un pago en diferido, nos pueden llenar el alma de eufemismos (desaceleración transitoria, recargo temporal de solidaridad, devaluación competitiva de los salarios…) nos pueden decir cualquier aberración, porque le ponen un lazo minúsculo y parece que así se alcanza el limbo de lo potencialmente justificable.

Por eso, a mi entender, brilla como una estrella el extraño caso de la Fiscalía, empeñada en defender delincuentes de alta cuna, sin tapujos, sin eufemismos, en crudo, está pasando con banqueros, con políticos y con grupos políticos completos. La fiscalía pide que se retire la acusación sobrela Fiscalía en contra del criterio del juez dice no ver indicios de delito en... La fiscalía exige que se retiren los cargos sobre… son frases desgraciadamente cada vez más habituales. Y nadie se hace demasiado eco, quizás la reverberación sonara demasiado fuerte. Nadie se cuestiona el extraño juego de que un fiscal haga el trabajo de un abogado defensor, a pocos les inquieta. No escucho a ningún medio de comunicación escandalizado, y razones no faltan. Vivimos en un país que, en vista de estos óptimos resultados para el poder de turno, quiere, triste y lógicamente, dotar de más poder a los fiscales para poder violar el único poder que se les resiste un poquito, la Justicia. Vendrán ellos con su ejército de fiscales y marionetas, uno por cada dos, para jugar a los abogados defensores, para salvar a los demonios de nuestro sistema, para politizar, en su faceta odiable, el ejercicio de lo justo.
Agradezco en todo esto el insulto que se nos arroja, la crudeza con que golpean, porque si nos obligan a comer cosas crudas puede que al final nos pongamos malos y tengamos que tomar medidas. Mientras, no estaría de más escribir una Oda a la impunidad, eso y despreciar desde lo privado, no sea que se desahoguen con nosotros, a esa parte de la fiscalía que responde a poderes más que a razones.