martes, 5 de mayo de 2020

Razón

Creo que llevo razón en casi todo (ahí entra la cuota de modestia que me impide decir que en todo). Tengo la claridad suficiente para poder afirmarlo, en mi cabeza se conducen los razonamientos, todos lógicos, y mi postura intenta ser ecuánime, cuando procede, indiferente para temas banales, o diáfana si la ocasión lo merece. Y no deja de sorprenderme que los demás no lleguen a esas mismas conclusiones.
Introduzcamos el matiz: no creo que lleve LA razón en casi todo. Me siento perdido en ese asunto, por no poder no puedo ni afirmar que exista esa Razón.
Creo que hay muchas razones, muchas válidas, y contrapuestas en ocasiones. Y nos agarramos a la nuestra como si fuese de nuestra familia, como si la hubiésemos gestado o adoptado, sabiendo que nuestro enfoque es uno de tantos, como en el elefante de esa fábula budista.
Expuse mi tesis (creo que llevo razón en casi todo), la antítesis (no creo que lleve la razón en casi todo), falta la síntesis.
La síntesis dice (digo) que aunque sea una razón parcial e incompleta, como Gödell demostró que eran las matemáticas, debemos honrarla, defenderla y lucharla, desde el respeto, para no caer en un inmovilismo relativista.
Y todo esto que he contado, recapacitando, creo que no tiene ligazón con ninguna realidad política, me resistía a ello... Sería suponer que la lógica que rige la política es una lógica de valores, cuando en realidad la lógica que impera es una lógica de mercado, donde toda palabra es una mercancía.

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