jueves, 25 de noviembre de 2010

con esto del conflicto saharaui

Si la labor de la oposición es siempre gritar y oponerse, y si la labor del gobierno es constatar que, en ocasiones como esta, la (imagino que dirán) compleja realidad y la necesidad de convivencia con países vecinos hacen necesario decir B cuando se piensa A, entonces fea es la política llegados a este punto. Si la respuesta de este gobierno ante este conflicto es cargar contra su propio ideal, entonces poco vale en ellos ese ideal proclamado cuando este gobierno sea oposición, porque demuestran que en esto gritan desde la irrealidad.
Mientras oposición sea sinónimo de acoso y derribo y no sea una labor consciente, responsable y medida, la legitimidad de esta macropolítica queda, bajo mi punto de vista, muy en entredicho.

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